El músico británico George Harrison fue conocido mundialmente como integrante de la histórica banda The Beatles.
Aunque este grupo cambió la historia del rock y la del mismo George, su carrera no acabó allí. Luego de la separación de la banda, Harrison siguió componiendo y tocando como solista, fue parte de otras bandas y hasta hizo su paso por el cine, no siendo actor, como fue el caso de otros músicos, sino dedicándose a la producción cinematográfica.
Claro está que nunca abandonó su amor por la música y continuó deleitando al público con su guitarra, hasta el año 2001, época de su fallecimiento.
Hace apenas unos días se lanzó a la venta una recopilación en homenaje al gran artista George Harrison.
El disco se llama “Let it roll” (algo así como “déjalo rodar”), un nombre que podríamos decir que aúna dos títulos de grandes canciones: “Let it Be” (The Beatles) y “The Show Must Go On” (Queen), no por lo caprichoso de las palabras, sino por el sentido de que la música continúe existiendo y sonando aunque el cuerpo que la toca ya no esté.
El álbum cuenta con 19 temas desde “All Things Must Pass” hasta “Rising Sun”.
Otro buen material, otra buena excusa, para que la música siga rodando y con ella la sensación de que el tiempo se detiene.
Aunque este grupo cambió la historia del rock y la del mismo George, su carrera no acabó allí. Luego de la separación de la banda, Harrison siguió componiendo y tocando como solista, fue parte de otras bandas y hasta hizo su paso por el cine, no siendo actor, como fue el caso de otros músicos, sino dedicándose a la producción cinematográfica.
Claro está que nunca abandonó su amor por la música y continuó deleitando al público con su guitarra, hasta el año 2001, época de su fallecimiento.
Hace apenas unos días se lanzó a la venta una recopilación en homenaje al gran artista George Harrison.
El disco se llama “Let it roll” (algo así como “déjalo rodar”), un nombre que podríamos decir que aúna dos títulos de grandes canciones: “Let it Be” (The Beatles) y “The Show Must Go On” (Queen), no por lo caprichoso de las palabras, sino por el sentido de que la música continúe existiendo y sonando aunque el cuerpo que la toca ya no esté.
El álbum cuenta con 19 temas desde “All Things Must Pass” hasta “Rising Sun”.
Otro buen material, otra buena excusa, para que la música siga rodando y con ella la sensación de que el tiempo se detiene.
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