Led Zeppelin IV, o como se creó el Hard Rock

Podría decirse que Led Zeppelin IV practicamente nos dijo lo que sería, en los próximos años, la creación de un nuevo movimiento unido al hard rock y el Heavy Metal. Un disco con influencias de rock and roll, folk y blues e incluso con rasgos psicodélicos. Pero tampoco cabe duda de que daba lugar a un nuevo estilo que, aunque tuviera una desgarrada actitud 'pasota', era el surgimiento de un grupo de éxito y que no tardaría en cobrar fama.
Canciones tradicionales rockeras, guiadas por un potente riff de guitarra, como Black Dog o Rock and Roll eran acompañadas por meditaciones más espirituales como ''Misty Mountain Hop'' y ''Going to California''. Stairway To Heaven, probablemente una de las mejores canciones de la historia, que incluye el que para mí, personalmente, es el mejor solo de guitarra que he escuchado en mi vida, nos revelan la obsesión del grupo por el misterio, lo oculto. Esta fue, durante mucho tiempo y a pesar de su larga duración, la canción más pinchada de todos los tiempos en las radios de Estados Unidos, y además sirvió de inspiración para toda la ola de grupos de Hard Rock que surgieron después de este disco: Aerosmith, Guns and Roses e incluso los nu metaleros Tool.
No solo el álbum es misterioso, si no que su trabajo artístico se empeña en acrecentar este menester. En la portada del álbum no aparece el título del disco ni el nombre del grupo, tan solo una foto de aspecto viejo, de un hombre mayor, con un fuerte cargamento de paja a la espalda en campo abierto.
Si su predecesor, el disco practicamente acústico Led Zeppelin III, era una obra modesta aunque por momentos brillante, este disco nos presenta a una banda con un sonido fresco e innovador en la escena roquera de la época. Led Zeppelin IV es el sonido de un grupo que se encuentra en la culminación de su creatividad, que se lo pasa bien y hacen que el oyente también disfrute, y eso, se nota.